Bienvenid@ a Apoptosis

Apoptosis nació hace unos años como un libro inspirado en el género 'Z'. Así, desde hace poco tiepmo, decidí ir posteando poco a poco el libro con la simple y única idea de entretener a cualquiera que pase por aquí e intentar dar una buena impresión. Comentarios, opiniones e incluso cambios de ciertas partes del argumento son cosillas que gustosamente acogería para la mejora del sitio.
¡Espero que os guste!




lunes, 7 de marzo de 2011

(X) 27 de Noviembre. Entradas y salidas (II)

27 de Noviembre. Entradas y salidas (II)

Cambié el canal del transmisor, pero no se oía nada. Intenté conectar varias veces con él, pero sólo se oía ruido. Estuve dudando en si me había equivocado al seleccionar el canal, pero no podía ser. Él dijo ochenta y cuatro punto dos… Pero, a pesar de que había una distorsión algo molesta, el sonido de su voz salió por el transmisor.
-James, ¿me escuch..s ahora?
-Sí, profesor, parece que se corta menos.
-Bien, pues entonces podemos avanzar. Quiero que tomes nota de todo lo que te diga, hijo. Los compañeros  tienen grabadoras, pero quiero ir tomando apuntes propios.
-Descuide. ¿Cómo lo ve? – pregunté intrigado.
-Si te lo digo no me crees, James. Es desolador – hablaba mientras se oía el crujido de algunas ramas que había en el suelo al pisarlas – Los árboles están secos, las casas derruidas, el agua contaminada, el cielo rojizo, lleno de nubes artificiales… Coged esa hoja, vendrá bien para analizarla – pidió a uno de sus compañeros – yo tomaré muestras de una poca tierra. Como te decía, James, no consigo ver restos de materia viva, y es lo que estoy buscando. Ni animales, ni personas, ni siquiera insectos.

-¿Se alejarán mucho, profesor?
-Esperad, aquí los efectos son mayores – interrumpió Fastword - Coged una muestra de ese charco de agua, por favor. Julius, recoge un poco de aire, sería conveniente saber lo que nos está rodeando. Perdona, James, ¿decías?
-Decía que si se alejarán mucho del laboratorio.
-Pues tenemos que llegar a la zona cero, el lugar donde estalló la bomba. De manera que debemos avanzar lo máximo posible. Sabemos que se encuentra a unos dos kilómetros de aquí ¡Dios mío, mirad allí! – interrumpió asombrado.
-¿Qué? ¿qué ocurre, profesor? – insistí nervioso. ¿Qué ha visto?
- Despacio… despacio. Se está acercando. Bien, parece que se tiene en pie…
-¡Profesor! – grité.
-James, hemos encontrado a un perro. Examinen sus pupilas y llévenlo al laboratorio. ¡James! Dile a Michael Balance, el biólogo que se ha quedado dentro, que prepare la cabina de contención portátil y la deposite en la habitación de desintoxicación para introducir dentro al animal. Julius irá con el perro hacia allí, de manera que sólo quedamos cinco.
-Entendido. No tardo.
Dejé todas las cosas en la mesa y fui corriendo al laboratorio.

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