26 de Noviembre
Tras colgar el teléfono en casa, cogí rápidamente un taxi y me dirigí a la Universidad. La verdad es que estaba deseoso de hablar con mi profesor para enterarme más sobre el tema. Me parecía realmente increíble que un país como Corea haya podido atravesar las barreras defensivas de EEUU. Ahí se demuestra que cuando el gato duerme…
Cuando llegué, mi profesor no me explicó nada, simplemente me miró, hizo una leve sonrisa, tan leve que no sé si lo era, y me acompañó a la sala de reuniones. Allí, ante un amplio grupo de profesores y alumnos, estaba una enorme pantalla plana con un sillón de cuero enorme, la bandera estadounidense a su diestra y la de la otan a la izquierda.
No me dio tiempo a sentarme ni a saludar a ningún compañero, cuando un hombre, de mediana edad, se sentó en el sillón y posó su mirada la cámara que conectaba con nuestra sala. No recuerdo del todo bien lo que dijo, pero intentaré constatar lo más importante:
“Queridos compatriotas, acabo de dar un mensaje a la población y ahora les toca a ustedes. Nuestros servicios de inteligencia están al tanto de lo ocurrido y están estudiando las causas del posible fallo que haya dado vía libre a los coreanos de franquear nuestras barreras y entrar a atacar en nuestro país. Les he reunido porque les necesito, de forma voluntaria, en los alrededores de Nome, y, más exhaustivamente, en el epicentro de la explosión. Quiero saberlo todo, material, composición, destrozos, todo lo que formaba parte de la explosión. Cuentan con un equipo informático especializado que se encuentra en la base de “El Ángel” de Nueva York. Los voluntarios serán trasladados junto con el equipo y varias personas más para estudiar Nome y encontrar una respuesta. Esto es todo, señores. Que Dios les guarde.”
Seguidamente, el monitor se fundió en negro, y se iluminó el piloto rojo de “stand by”. Tanto profesores como alumnos estaban en silencio, mirando el blanco de los folios que tenían en frente. Poco después, mi profesor, el señor Leonard Fastword, rompió el silencio de la sala sugiriendo que alguien dijera algo. El silencio era el único voluntario. Fueron necesarios unos minutos para que las primeras personas levantaran la mano y dieran su voz.
Yo la alcé algo despacio y me propuse como posible candidato. “Sabía que podía contar con usted”, me dijo con gesto de agradecimiento.
La reunión fue rápida, entre comillas. Aproximadamente, un 30% de los presentes se comprometieron a ir. En parte, se les entendía: una exposición a lo que diablos quiera que podría haber expulsado es algo muy peligroso; aunque por mi parte, más que por investigación, tenía que ver Nome con mis propios ojos… aun no me lo podía creer.
El profesor me detuvo al salir de la reunión y me invitó a tomar algo y, de paso, ir planeando lo que haríamos. Así, fuimos en un momento a la cafetería de la Universidad y allí charlamos.
-Escucha, James, sé que esto será muy peligroso, pero me alegro de que hayas aceptado. He sugerido al equipo de investigación que nos acompañases. Al principio se mostraron reacios a que un estudiante estuviera presente pero les mostré tu expediente y una buena cara por mi parte, así que me dieron luz verde. Nos ayudarías y conseguirías excelente material para tu trabajo.
-Lo sé, profesor, pero tengo curiosidad por verlo. No diré que es excitante, pero digamos que me intriga. Agradezco además que haya tenido empeño en insistir en que acuda.
- Lo entiendo, hijo, a mi me pasa lo mismo. Está bien, los altos cargos me han comunicado que marcharemos lo antes posible, si puede ser, mañana por la mañana…
-¿¿Mañana, profesor?? – dije sorprendido.
- James, entiéndelo, se deben obtener resultados lo antes posible, comunicar la situación al Estado, en cualquier momento podrían volver a atacar.
-Sí, sí, es cierto, pero… bueno, tendré que ir a casa a decírselo a mis padres…
- Bien. Mañana pasaré por tu casa para ir al aeropuerto, nos estarán esperando para llevarnos a la base.
- Gracias, profesor. Hasta mañana, entonces – dije mientras me levantaba.
No acabé de dar un par de pasos y me reclamó:
-Eh, James – dijo.
Yo me giré con mirada de intriga.
-Ánimo, volveremos en menos de lo que imaginas.
Bienvenid@ a Apoptosis
Apoptosis nació hace unos años como un libro inspirado en el género 'Z'. Así, desde hace poco tiepmo, decidí ir posteando poco a poco el libro con la simple y única idea de entretener a cualquiera que pase por aquí e intentar dar una buena impresión. Comentarios, opiniones e incluso cambios de ciertas partes del argumento son cosillas que gustosamente acogería para la mejora del sitio.
¡Espero que os guste!
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